Puede que conozcas el Museo de Historia Natural de Bourges por sus colecciones sobre fauna exótica y local, sus exposiciones como "Fotógrafo de Vida Silvestre del Año - Fotógrafo de Naturaleza" o su centro de murciélagos. Pero, ¿realmente sabes lo que sucede detrás de escena? Para ti, empujamos una puerta trasera y encontramos esto...

Detrás de las puertas del museo armamos un divertido rompecabezas

Vamos a empezar desde el principio...! En marzo de 2020, una hembra de tigre siberiano, una especie en peligro de extinción, murió en el zoológico de Besançon. Pero el destino de Saminka no terminará ahí. Su cuerpo será donado al Museo de Historia Natural de Bourges para ser exhibido con fines educativos. Esta tigresa de más de 200 kg hizo el viaje a Bourges para ser naturalizada por un taxidermista Solognot. Su esqueleto, mientras tanto, está siendo "ensamblado" para ser presentado este verano en las próximas colecciones junto a la fauna.

El trabajo de un orfebre dirigido por un apasionado

La reconstrucción del esqueleto es un trabajo minucioso, realizado internamente por el apasionado y fascinante Ludovic Besson, responsable de las colecciones del museo. Este no es su primer intento y ya ha demostrado su eficacia en modelos más pequeños que forman parte de la fauna local: pájaros, liebres y tejones, todos expuestos. ¡Con esta tigresa, el desafío es grande! No basta con reconstruir el puzzle de forma idéntica sino con montar todas las piezas y crear movimiento para escenificar al gran felino. Un trabajo de orfebre que combina varias habilidades: conocimiento de la anatomía felina así como técnicas de osteología, una práctica muy antigua que pocas personas conocen y practican hoy en día. El trabajo de Ludovic no se limita a exhibiciones de animales para atraer visitantes, ni mucho menos. Como científico, analiza organismos vivos y referencia cada especie de la biodiversidad local (ADN, ubicación, salud, tipo de especie, etc.). Datos esenciales que comparte con el Museo Nacional de Historia Natural de París para recopilar todo el conocimiento reproducible del territorio francés.

Esta iluminación es sólo una pequeña parte del trabajo del museo. Sin duda es un lugar de exhibición, donde se pueden descubrir reproducciones de animales, pero es sobre todo un lugar de investigación, de educación científica y de archivo de la biodiversidad. Un completo testimonio que nos permite comprender la evolución de nuestro entorno, conocimiento imprescindible para las futuras generaciones.


Es el resultado de todas estas personas, de toda esta experiencia y conocimiento lo que enriquece los proyectos y forma el Museo de Historia Natural de Bourges.

¿Sabía usted?
El laboratorio del museo cuenta con un congelador que almacena tesoros de la biodiversidad a -40°C a la espera de ser analizados: nidos de pájaros e incluso... ¡un canguro!
www.museo-bourges.net

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